Comenzó con una promesa
Mi camino y el de Saranta se cruzaron en 2012. Una niña que no encontraba su lugar y una yegua vieja y rota, con un largo historial de uso humano, que acabó dando clases de equitación por “no servir ya para nada”.
Durante años, sólo nos tuvimos la una a la otra. Aprendimos, envejecimos, experimentamos, y aunque todo a nuestro alrededor iba cambiando, siempre logramos encontrar la manera de permanecer juntas.
Con todo ese cambio también llegó una gran toma de conciencia acerca de la diferencia entre la vida que Saranta merecía y la que tenía en realidad.
Era momento de devolverle todo lo que me había enseñado y ayudado.
Le prometí que le ofrecería un hogar donde vivir en paz, con su familia, siendo dueña de su propia vida, sin que nadie jamás volviera a hacerle daño. Y sin saberlo, esta promesa fue el comienzo de Rursus Equus.
Materializando un hogar
El hogar de esa promesa tenía que ser un lugar seguro en el que Saranta y su familia equina pudieran reconectar con su naturaleza de especie, con su entorno, consigo mismos. Donde pudieran volver a sus raíces y a su esencia más pura. Un lugar donde pudieran volver a ser Caballo.
No encontraba nada de estas características por más que buscara, hasta que… ¿Qué haces cuando no encuentras lo que buscas? Lo creas.
Con esta idea comenzó en 2018 la creación del primer Paddock Dinámico en Valencia, España.
El impacto positivo que tuvo este tipo de gestión en la manada y el entorno marcó un antes y un después en su bienestar… ¿Y si más caballos tuvieran la oportunidad de vivir así también?
De esta forma nació Rursus Equus – Paddock Dinámico; ofreciendo un hogar a los caballos que lo necesitaran y un servicio de pupilaje para aquellas personas que, como yo, querían cumplir la promesa de darles una vida mejor a sus compañeros equinos.
De paddock a proyecto
Charlas sobre el caballo y sus necesidades de especie
Visitas a Rursus Equus- Clases
Pronto me di cuenta de que el paddock no podía abarcar todo. Por mucha voluntad que pusiera, no podía rescatar yo sola a tantos caballos, y las plazas de pupilaje eran limitadas. Había que encontrar otra forma de transmitir estos principios.
El mensaje de Rursus Equus tenía que llegar a muchos más caballos, pero especialmente a sus humanos, puesto que ellos son los responsables de su bienestar.
Así, tras llevar a cabo varios rescates y abrir plazas de pupilaje empecé a ofrecer charlas sobre el caballo como especie y sus necesidades, visitas a la manada para dar a conocer sus historias, el espacio y el estilo de vida que tienen ahora. También comencé con las clases (presenciales y online) basadas en los principios de Intrinzen y trabajando con Clicker Training, mostrando otra forma de comunicarse e interactuar con caballos y de darles una vida más acorde a aquello que necesitan. Más tarde, se añadirían los servicios de Nutrición Holística Equina y de diseño de Paddock Dinámico y gestión de espacios.
Tras estas modificaciones Rursus Equus comenzó a llegar a más gente y “Rursus Equus – Paddock Dinámico” se convirtió en Proyecto Rursus Equus; ¡los pupilajes ya no eran la única opción para mejorar la vida de los caballos!
Un principio inamovible
A pesar de la transformación continua de Rursus Equus, su esencia permanece intacta. Aportamos nuestro granito de arena al mundo equino haciendo de este proyecto un espacio seguro en el que el caballo pueda retornar a su naturaleza y donde el humano encuentre un punto de apoyo.
A veces es complicado aventurarse al cambio cuando nadie a tu alrededor parece entenderlo, y es por eso que nuestra labor también pasa por animar y mostrar a las personas que quieren ser parte de este cambio que no están solas. Buscamos ofrecer tanto a caballos como a humanos las herramientas necesarias para ser autosuficientes mediante el conocimiento, la empatía y la educación sobre bienestar equino.
Todos estos principios quedan reflejados en nuestra frase: «Que el Caballo pueda volver a ser Caballo». Y como quizá te estás preguntando qué tiene que ver esa frase con la parte humana… ¡tiene su explicación! 🡲 Todo caballo merece una vida digna siendo caballo y dado que actualmente la inmensa mayoría de equinos son domésticos, es una persona humana la que está detrás de sus cuidados y tiene, por tanto, la responsabilidad de informarse e implicarse para ofrecerle la mejor calidad de vida posible.
Y tú, ¿te animas a formar parte de esta (r)evolución?
Un proyecto maravilloso, por experiencia la personas detrás de esto son muy cracks.
Ojalá más personas se adentren en las formaciones y servicios que ofrecéis y permitan a sus caballos “volver a ser caballos”.
Mis bichos🐎 y yo estamos ENCANTADAOS! 👏👏 con ganas de leer más cositas
¡Gracias por tu comentario, Megan! Muy feliz de poder trabajar contigo y con tus bichos 🙏🏻💕
Solo puedo asentir y emocionarme recordado mi propio camino. Enhorabuena chicas!!!! El cambio ya es imparable 😘😘😘
Gracias, Onintza 🥰 Me alegro de que te hayas sentido identificada con esta entrada de blog. ¡Poco a poco todo va cambiando a mejor!